Esta va a ser una receta con dos vertientes:
Como una salsa propiamente dicha o como una reducción. Las dos las utilizaremos para acompañar platos de carne principalmente, aunque la reducción quizás con un efecto más decorativo. Al tener un sabor dulce no está demás tenerla lista para algún que otro postre o una ensalada atrevida. ¿Por qué no?
INGREDIENTES:
2 Cebollas moradas.
100 gr. de azúcar.
200 ml. de vino tinto.
100 ml. de Pedro Ximénez (vino dulce andaluz).
CÓMO ELABORAR UNA BUENA SALSA O REDUCCIÓN DE VINO
Cortamos las cebollas moradas en juliana y las ponemos a pochar en una cazuela con unas dos cucharadas de aceite y un poco de sal para que ésta le ayude a ablandarse. A fuego muy muy suave, sin prisa ya que no queremos que coja color y sí que se ablande.
He elegido las cebollas moradas por el color que le van a aportar a la salsa y por su toque dulce, pero si no encontráis (aunque hoy en día las tienen en casi todas las tiendas) podéis usar cualquier otra sin problema.
Una vez que están bien sudadas le añadimos el azúcar y dejamos que se vaya caramelizando poco a poco, sin mover con la espátula. Seguiremos a fuego muy suave. Cuando veamos que se está empezando a caramelizar en exceso, le añadimos los dos vinos, le damos unas vueltas para que se vaya disolviendo el caramelo y podemos subir ya el fuego. La dejaremos cocer unos 20 minutos a fuego medio. La trituramos con la batidora y la colamos a otra cazuela con la ayuda de un colador y un cazo, para colar la mayor cantidad posible de salsa. No tengas prisa y sí paciencia, lo agradecerás luego.
Para el vino usa un vino tinto joven de una calidad normal ya que al cocinarlo no merece la pena usar uno mejor, a no ser que tengas alguna botella empezada. A mi me gusta combinarlo eso sí con el toque dulce e intenso del Pedro Ximénez. Un vino andaluz que se elabora a partir de uvas pasas secadas al sol.
Ponemos la salsa a punto de sal, teniendo en cuenta ese toque dulce que buscamos en ella y la reservamos.
Si te ha quedado demasiado ligera la puedes volver a colocar en el fuego a una temperatura media y verás que irá engordando. Va reduciendo. Si la quieres para decorar deja que reduzca más y más vigilando su espesura a modo de jarabe, sin que sea una mermelada.